Aprender cosas nuevas estimula a las células de nuestro cerebro hasta tal punto que las transforma. A nivel molecular, se da un proceso que potencia la conexión entre ellas, y con ésta la formación de recuerdos relacionados con lo aprendido.
Un estudio de la Universidad de Columbia Británica (UBC), en Canadá, ha identificado un importante cambio molecular que se produce en el cerebro cuando aprendemos y recordamos.
La investigación, detallada en la revista Nature Neuroscience, ha demostrado que el aprendizaje estimula a las células de nuestro cerebro, provocando que un pequeño ácido graso se acople a una proteína conocida como catenina delta. Esta modificación bioquímica resulta esencial para la producción de cambios en la conectividad de las neuronas. “La actividad cerebral puede cambiar tanto la estructura de esta proteína como su función”, afirma Stefano Brigidi, uno de los autores de la investigación.
En modelos animales, los científicos encontraron casi el doble de cateninas delta modificadas en el cerebro, tras el aprendizaje sobre nuevos entornos.
Por el contrario, cuando introdujeron en los animales analizados una mutación que bloqueaba la modificación bioquímica propia de sujetos sanos, no se produjeron los cambios estructurales importantes para la formación de recuerdos.
Aunque la catenina delta ya había sido relacionada previamente con el aprendizaje, este estudio es el primero que describe su papel en el mecanismo molecular subyacente a la formación de la memoria. Si bien se necesita más información, este estudio nos permite tener una orientación sobre que papel podría tener esta molécula con la formación de recuerdos.
RELACIÓN CON ENFERMEDADES
También proporciona una explicación para algunas discapacidades mentales, añaden los investigadores. Por ejemplo, las personas que nacen sin el gen que codifica esa proteína presentan síndrome del maullido de gato: un trastorno que provoca retraso psicomotriz y de las capacidades intelectuales. La interrupción del gen de la catenina delta ha sido observada asimismo en algunos pacientes con esquizofrenia. Los trastornos en las conexiones entre neuronas se han asociado asimismo a enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer o la enfermedad de Huntington. Los científicos esperan llegar a establecer completamente la importancia de la catenina delta en la conectividad neuronal subyacente al aprendizaje y la memoria, a partir de futuros trabajos de investigación.
Fuente: www.intramed.net del día 26/02/14
Javiera Postigo Universidad Los Andes
dr Pedro barreda