Lesiones melanocíticas
Un melanocito es una célula que se encarga de reproducir melanina, un pigmento de la piel, ojos y pelo cuya principal función es la de bloquear los rayos ultravioleta solares, evitando que dañen el ADN de las células de estas regiones tan expuestas a la luz.
Dentro de las lesiones melanocíticas, existen diferentes tipos de lesiones pigmentarias, con un aspecto clínico, una histología y un comportamiento diferentes. En la Tabla 1 se diferencian tres tipos básicos de lesiones:
A.Los lentigos, que representan, en general, una proliferación variable de melanocitos a nivel de la epidermis. Los lentigos solares son más frecuentes en la edad adulta, aunque pueden ser objetivados también en pacientes más jóvenes tras una exposición solar aguda o crónica. Clínicamente, se presentan como máculas pardas uniformes, bien delimitadas en piel expuesta al sol,fundamentalmente dorso de manos, antebrazos, cara y parte alta del tórax y espalda.
A diferencia de los lentigos solares, los lentigos simples y las lesiones melanocíticas de mucosas son máculas pardas que aparecen a edades más tempranas y que guardan poca o ninguna relación con la exposición solar. Clínicamente, las máculas melanóciticas se presentan como lesiones solitarias bien circunscritas, homogéneas, de color azulado, negro, marrón oscuro o marrón claro y menos de 0,5-1 cm de diámetro. Un ejemplo de este tipo de lesiones es la mácula melanocítica labial (sobre todo en el borde bermellón del labio inferior), que suele aparecer de forma brusca, aunque no lleva asociado potencial maligno (Figura 1).
B.Los Nevos Melanocíticos (NM), subdivididos de forma general en adquiridos y congénitos; los NM adquiridos van apareciendo progresivamente a partir de la infancia y adolescencia, mientras que los congénitos aparecen al nacimiento o poco después. Existen también una serie de lesiones con características clínico-patológicas peculiares, que se comentarán posteriormente, entre los que se incluyen principalmente el nevo de Spitz, nevo de Reed, halo nevo y nevo atípico o displásico.
3.Melanocitosis dérmicas, originadas a partir de melanocitos dérmicos que no han completado su proceso de migración durante la vida fetal y, por lo tanto, no han alcanzado su ubicación normal en la capa basal epidérmica. Dentro de este grupo se encuentra la mancha mongólica, el nevo azul, el nevo de Ota y el nevo de Ito. La mancha mongólica se presenta como una mácula azul-grisácea en la región lumbosacra en el momento del nacimiento y es mucho más frecuente en la raza oriental; suele atenuarse progresivamente hasta desaparecer totalmente durante los primeros diez años de vida. Por otro lado, el nevo azul consiste en una pápula azulada, casi negruzca, que tiene predilección por las zonas acras, como manos, pies, cara y cuero cabelludo (Figura 2 y Figura 3).
En ocasiones, puede plantear dificultades diagnósticas con el melanoma, pero un inicio en edades precoces de la vida, sin cambios bruscos asociados, junto con su ubicación en las localizaciones señaladas, nos dará el diagnóstico definitivo. Por último, mencionaremos el nevo de Ota
(Figura 4) y el nevo de Ito, los cuales consisten en máculas extensas azul-grisáceas en las primeras dos ramas del trigémino y zona acromioclavicular, respectivamente. Ambas lesiones aparecen también con mayor frecuencia en la raza asiática y raramente malignizan.