SOSPECHA DE APLV EN NIÑOS ALIMENTADOS CON LECHE MATERNA EXCLUSIVA
Si los síntomas son relevantes y APLV parece probable, se debe proceder a eliminar la proteína láctea de la dieta de la madre.
Generalmente esto se realiza por dos semanas, lo que se puede aumentar a cuatro en los casos de colitis alérgica (deposiciones líquidas con mucosidad abundante y/o sangre).
Si el paciente mejora durante la dieta de eliminación de leche y subproductos a la madre, realizar contraprueba reintroduciendo los lácteos en la dieta materna durante una semana, si los síntomas no reaparecen considerar que no existe alergia a la proteína leche de vaca.
Si los síntomas reaparecen al realizar la contraprueba, los lácteos deben ser eliminados de la dieta materna mientras dure el período de lactancia materna. En el caso de destete parcial o total utilizar una fórmula láctea extensamente hidrolizada. La madre con dieta de eliminación prolongada debe recibir consejo nutricional y suplemento de calcio.
GUÍA CLÍNICA: ALERGIA A PROTEÍNA DE LECHE DE VACA
Si al realizar la contraprueba los síntomas atribuibles a alergia no se presentan, indicar a la madre dieta normal y realizar seguimiento continuo por si reaparecen los síntomas.
Por otro lado, si al someter a dieta de eliminación de PLV a una madre de un lactante con síntomas leves a moderados sugerentes de APLV el paciente no mejora, se deben considerar otros diagnósticos y derivarlo a gastroenterólogo o inmunólogo pediátrico.
En los casos de presentación severa, se debe derivar siempre al gastroenterólogo o inmunólogo pediátrico e iniciar dieta de eliminación de PLV a la madre.
SOSPECHA DE APLV EN NIÑOS ALIMENTADOS CON FORMULA
Si los síntomas son relevantes y APLV parece probable, se debe indicar fórmula extensamente hidrolizada al niño y evitar otros lácteos. Si el paciente no mejora después de 2 a 4 semanas de dieta de eliminación de PLV se debe considerar otros diagnósticos y derivar al especialista.
Si el lactante alimentado con fórmula con síntomas leves a moderados no mejora con fórmula extensamente hidrolizada, se puede considerar cambio a fórmula de aminoácidos antes de excluir APLV.
Si se observa mejoría, realizar contraprueba abierta con fórmula láctea infantil de inicio o continuación por indicación médica. Si en la contraprueba no presenta síntomas de alergia se descarta APLV y se debe reiniciar proteína láctea en la dieta realizando seguimiento.
En los casos severos se debe excluir PLV de la dieta inmediatamente, derivar al especialista (inmunólogo, gastroenterólogo pediátrico) e iniciar dieta de eliminación con fórmula de aminoácidos.
Manifestaciones clínicas inmediatas (mediadas por IgE):
• La reacción inmediata más severa es la anafilaxia, se produce minutos hasta dos horas post exposición al alérgeno.
Se caracteriza por manifestaciones súbitas de piel y/o mucosas (urticaria, eritema, angioedema, prurito), con compromiso de al menos un sistema adicional:
– sistema respiratorio (disnea, broncoespasmo, estridor, hipoxemia)
– sistema cardiovascular (hipotensión, sincope, shock)
– sistema gastrointestinal (vómitos, dolor abdominal, diarrea)
• Las reacciones inmediatas gastrointestinales incluyen el síndrome de alergia oral, muy poco frecuente en lactantes y niños menores, y alergia gastrointestinal inmediata (caracterizada clínicamente por vómitos explosivos recurrentes).
• Las reacciones respiratorias incluyen el inicio brusco de obstrucción bronquial o rinitis secundaria a la ingestión o inhalación de leche de vaca. Sin embargo, estas ocurren en forma aislada de manera excepcional. El asma bronquial y la rinitis alérgica generalmente no son gatillados por APLV.
• Las reacciones dermatológicas inmediatas son: urticaria, eritema, angioedema, prurito.
Manifestaciones clínicas tardías (no mediadas por IgE):
• Los pacientes con reacciones tardías por APLV desarrollan síntomas desde horas a varios días después de la ingestión, siendo las manifestaciones más frecuentes gastrointestinales.
En este tipo de reacción la presentación clínica varía desde formas leves y moderadas a casos severos, lo que determinará el manejo sugerido en cada paciente.
GUÍA CLÍNICA: ALERGIA A PROTEÍNA DE LECHE DE VACA
a) Sospecha de APLV leve o moderada con uno o más de los siguientes síntomas:
• Gastrointestinal: vómitos que no corresponden a patrón de reflujo gastroesofágico fisiológico, diarrea, rectorragia leve (habitualmente en forma de estrías de sangre), constipación (con o sin eritema perianal), cólico abdominal persistente (definido como dolor, quejido e irritabilidad por lo menos 3 horas al día, 3 días de la semana en un periodo mayor de 3 semanas), irritabilidad persistente.
b) Sospecha de APLV severa con uno o más de los siguientes síntomas:
• Gastrointestinal: mal incremento pondoestatural (por diarrea, regurgitaciones o vómitos), rechazo alimentario, rectorragia con anemia secundaria, enteropatía alérgica perdedora de proteína (hipoalbuminemia) y enterocolitis alérgica severa confirmadas por endoscopía e histología.
• Piel: dermatitis atópica moderada a severa, o con hipoalbuminemia y/o anemia y mal incremento ponderal.
Si una o más de las manifestaciones clínicas expuestas ocurren en un niño y no son explicables por otras causas se debe sospechar APLV. La combinación de manifestaciones clínicas de dos o más sistemas aumenta la probabilidad de APLV. El enfrentamiento clínico y manejo dependerá de la forma de presentación (leve-moderada o severa) y del tipo de alimentación (leche materna o formula)
Fuente Minsal.