Esa cifra de fallecimientos equivale al 13% de las muertes de niños con menos de dos años
En los países con altos ingresos la lactancia disminuye el riesgo de muerte súbita del lactante en más de un tercio de los casos
Actualizado 29/01/201601:39
Una investigación reveló hoy que incrementar la lactancia materna podría prevenir más de 800.000 muertes infantiles y hasta 20.000 fallecimientos por cáncer de mama cada año en el mundo. Estos resultados provienen de un estudio publicado hoy por la revista británica ‘The Lancet’ que cuantifica los niveles, tendencias y beneficios de amamantar alrededor del mundo.
Según este informe, uno de cada cinco niños que viven en países con ingresos elevados son amamantados hasta los 12 meses, mientras que solo uno de cada tres de países con ingresos medios y bajos se alimentan de leche materna durante los primeros seis meses de vida. Esto significa, advierten los investigadores, que millones de bebés no reciben todos los beneficios saludables que ofrece el amamantamiento.
Los nuevos hallazgos demuestran que aumentar la lactancia materna podría salvar 800.000 vidas al año en el mundo, equivalente al 13% de las muertes de niños con menos de dos años.
Aunque amamantar es una de las medidas preventivas más efectivas para niños y madres, independientemente del lugar en el que vivan, se ha subestimado como una necesidad crucial para la salud de la población, recalcan los autores de la investigación.
“Está extendida la idea equivocada de que los beneficios de la lactancia están relacionados solo con los países pobres. Nada más lejos de la verdad”, apuntó el autor Cesar Victora, de la Universidad Federal de Pelotas en Brasil.
“Nuestro trabajo claramente muestra que amamantar salva vidas y ahorra dinero a los países, ricos y pobres por igual. Por lo tanto, la importancia de abordar el problema a nivel global es mayor que nunca”, destacó.
El estudio de datos extraídos de 28 análisis y meta-análisis sistemáticos indica que amamantar no solo tiene múltiples beneficios para la salud, sino también efectos dramáticos en la esperanza de vida.
Por ejemplo, en los países con altos ingresos la lactancia disminuye el riesgo de muerte súbita del lactante en más de un tercio de los casos, mientras que en los países con ingresos bajos se podrían evitar la mitad de los episodios de diarrea y un tercio de las infecciones respiratorias.
La lactancia materna también incrementa la inteligencia y puede proteger a los niños contra la obesidad y la diabetes en el futuro, además de reducir los riesgos de cáncer de mama y de ovarios en las madres.
Por otro lado, existen razones económicas para invertir en la promoción del amamantamiento, ya que las pérdidas económicas globales por el desconocimiento de los beneficios de esta práctica sumaron 302.000 millones de dólares (277.000 millones de euros) en 2012, un 0,49 % de la renta nacional bruta mundial.
En países con ingresos por encima de la media estas pérdidas llegaron a los 231.400 millones de dólares (212.600 millones de euros), lo que equivale a un 0,53 % de los ingresos nacionales brutos.
Además, los expertos calculan que promover el amamantamiento para bebés con menos de seis meses al 90 % en Estados Unidos, China y Brasil, y al 45 % en el Reino Unido, reduciría los costes destinados al tratamiento de enfermedades infantiles comunes, como neumonía, diarrea y asma.
El sistema sanitario ahorraría al menos 2.450 millones de dólares (2.253 millones de euros) en Estados Unidos, 29.500 millones de dólares (27.138 millones de euros) en el Reino Unido, 223.600 millones de dólares (205.700 millones de euros) en China y 6.000 millones de dólares (5.519 millones de euros) en Brasil.
Los autores reclaman la necesidad de un compromiso político fuerte y de una inversión financiera para proteger, promover y apoyar la lactancia en todos los niveles (familia, comunidad, trabajo y gobierno).
Piden asimismo que se regule la industria de los sustitutos de la leche materna, que debilita la práctica del amamantamiento como la mejor vía de alimentación durante la infancia.