“En siete de cada diez máquinas expendedoras de helados que fiscalizamos encontramos que las muestras bacteriológicas no estaban acordes con los estándares”, sostuvo Carlos Aranda, seremi de Salud de la R. Metropolitana.
Este dato llevó a fiscalizar ayer dos locales del centro de Santiago, que quedaron con sumario y prohibición de funcionar. Uno fue Faisan D’or. Aranda justificó la medida por las “baratas que había en la bodega” y porque la máquina, que no estaba en funcionamiento, registraba condiciones insalubres y riesgos bacteriológicos. El otro local fue Bravissimo (Paseo Ahumada). “Había restos de comida y las paredes estaban en malas condiciones”, dijo. Además, “no tenían las tapas de las heladeras”. Los restaurantes, que declinaron referirse a los sumarios, arriesgan multas de hasta 1.000 UTM